Hay muchas formas de facilitar el cultivo de cannabis. Ya hemos visto para qué sirven y cómo se crean las semillas feminizadas , que te permiten estar seguro de permitir la entrada a tu invernadero sólo de plantas femeninas, limitando el riesgo de polinizaciones furtivas y desastrosas. También hablamos de las semillas autoflorecientes , que te permiten liberarte de la esclavitud de las estaciones, del miedo a la lluvia y al moho. Con las autoflorecientes es como si siempre fuera verano, ¡pero con luz artificial!
Aquí hablaremos de los esquejes, los pequeños clones creados a partir de plantas de cannabis adultas, que permiten evitar el delicado paso de sembrar y esperar a que aparezcan pequeños brotes.
¿Qué son los clones?
Un esqueje, o clon, es la copia genética de una planta . Es decir, es una planta "hija" que conserva la edad genética de la madre , junto con el comportamiento, periodo de floración, sabor, potencia y resistencia. Esto es muy útil para quienes cultivan cannabis de forma continua, pero puede ser un arma de doble filo: hasta que no se cosecha la planta no se puede saber con seguridad qué esperar, incluso si los bancos de semillas ahora proporcionan descripciones muy precisas de cada variedad. De hecho, cuando plantas 10 semillas de la misma variedad, puedes notar como algunas plantas crecen con más vigor, otras muestran características más marcadas de Indica y otras de Sativa, otras son más susceptibles al moho.
Crear clones sirve precisamente para este propósito, seleccionar los mejores ejemplares e invertir en ellos . Sin esta técnica de reproducción vegetal, se podría perder una planta con una composición genética particular, mientras que, preservando un ejemplar para ser explotado como planta madre, se pueden salvaguardar todas sus cualidades.
Los esquejes se pueden tomar cuando la planta ya haya alcanzado los 2/3 de su altura máxima . Debes elegir una rama con 3-4 nudos bien marcados, independientemente de su tamaño.
Los esquejes o clones más fuertes y vigorosos son los que se toman de la parte superior de la planta; sin embargo, tomar esquejes de una zona baja puede resultar útil para probar técnicas de poda agresivas, como el lollipopping.
¿Como lo haces?
Hay muchas formas de clonar plantas de cannabis.-
El método básico consiste en cortar una rama de una planta joven pero ya bastante alta, eligiendo una rama que tenga al menos tres o cuatro nudos. Luego es necesario sumergir la porción de la rama en una solución que contenga hormonas de enraizamiento . Finalmente hay que colocarlo en el sustrato y esperar a que eche raíces. Este proceso es simple y ofrece buenas posibilidades de éxito.
- Existe un método más complejo , pero sin duda más profesional y fiable. En primer lugar necesitas una planta hembra de la que coger los clones , que crezca sana y tupida, con numerosas ramas laterales. Sin embargo, antes incluso de proceder a cortar las ramas, hay que tener en cuenta algunos factores. Lo mejor es actuar sobre plantas nacidas de semillas feminizadas , para asegurarte de no clonar un macho que no te servirá de nada. Si por el contrario la planta madre es regular, es recomendable pasarla a floración para comprobar su sexo, y luego llevarla de nuevo a la fase vegetativa, aumentando las horas de luz.
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Ahora procedemos a la preparación del sustrato (tierra, lana de roca, etc.). Agregue agua con pH equilibrado (6,5-6,6) al sustrato hasta que esté completamente saturado. Cuando esté uniformemente húmedo, elimina el exceso de agua y llena los frascos de plántulas. El sustrato debe estar húmedo pero compacto, para poder sostener fácilmente el clon en posición vertical, sin obstaculizar el desarrollo de las raíces.
- Luego, llena una botella de spray con un pH de 6,5-6,6 y mantén toda la planta hidratada , para minimizar el estrés hídrico y el riesgo de que los clones mueran una vez eliminados.
Ahora toca preparar el invernadero , que hay que limpiar a fondo y esterilizar con una solución que contenga cuatro partes de agua del grifo por cada parte de lejía.
- Ahora puedes cortar. Selecciona una porción de la rama que tenga un par de entrenudos con hojas sanas , de al menos 10-15cm de largo. Utilice la hoja de afeitar para cortar las hojas del primer (y, en algunos casos, del segundo) entrenudo inferior. Luego procede a cortar, en un ángulo de 45°, a la altura del entrenudo del que previamente habías quitado las hojas. Una vez realizado el corte, es imprescindible que inmediatamente se sumerja el esqueje en la sustancia que contiene hormonas de enraizamiento . De lo contrario, el clon quedaría expuesto al aire durante demasiado tiempo, con el riesgo de desencadenar una embolia gaseosa dentro del tallo del clon y, por tanto, su muerte. El gel de enraizamiento ofrece muchas ventajas: su consistencia envuelve uniformemente el esqueje y se adhiere bien a la superficie de la planta.
- El clon recién cortado hay que sumergirlo en hormonas de enraizamiento durante unos 20 segundos y colocarlo en el sustrato . Para evitar la pérdida de humedad, rocíe agua sobre el clon recién plantado, cierre el invernadero y colóquelo en un lugar oscuro durante 12 horas. De esta forma los clones tendrán tiempo de recuperarse del fuerte estrés recibido tras la separación de la planta madre. Después de 12 horas tendrás que someter los clones a un ciclo de luz adecuado para estimular su crecimiento vegetativo : 18 horas de luz y 6 de oscuridad con una temperatura ambiente entre 20° y 27°. Retira la tapa del mini invernadero cada 12 horas, tiempo necesario para humedecer su interior con el atomizador de agua.
- Después de unos 10-15 días los esquejes habrán desarrollado raíces . Hidrata los esquejes dos veces al día hasta que notes un crecimiento vegetativo notable. Una vez desarrollado el sistema radicular, los clones ya pueden considerarse plantas reales y, por tanto, necesitadas de una correcta fertilización.
