Cultivar marihuana puede ser un riesgo si no se conocen los trucos para maximizar las posibilidades de éxito de la operación. Existen muchos trucos, técnicas de poda y tratamientos que aumentan tus posibilidades de cosechar mucha hierba de calidad.
Uno de los trucos más populares es utilizar semillas de cannabis feminizadas . Se trata de semillas “modificadas genéticamente”, en las que los cromosomas masculinos están 100% ausentes , lo que garantiza que cualquier planta cultivada a partir de ellas florezca como hembra y sea capaz de producir inflorescencias para secar y fumar.
¿Cómo nacieron las semillas feminizadas?
La posibilidad de producir semillas feminizadas llegó a principios del siglo XXI , cuando la ciencia descubrió que el Cannabis está sujeto a la posibilidad de cambio de sexo mediante inducción química . Este principio fue descubierto y aplicado en la producción de sandías: la versión feminizada de la semilla no producía frutos con semillas en su interior, a diferencia de lo que ocurre con las variedades de semillas regulares.
Para reproducir ese ejemplar femenino, a falta de ejemplares masculinos, será necesario replicar esta genética en forma de semilla -y no sólo en forma de clon-, pulverizando productos químicos sobre la hembra en floración para inducir flores masculinas. (y por tanto semillas). Como la planta es femenina (cromosoma XX), produce una inflorescencia de apariencia masculina (también con cromosoma XX y no XY como un verdadero macho) que a su vez produce polen y se reproduce por sí sola. Por lo tanto, con este método de polinización todas las semillas de la progenie tienen cromosomas XX femeninos, ya que la parte femenina transmite un cromosoma X, al igual que el masculino.
¿Cómo cambia el cultivo?
La producción de semillas feminizadas fue una revolución: para los cultivadores comerciales este proceso reducía el riesgo de encontrar una planta masculina dentro de la plantación . Este es, de hecho, uno de los factores que hay que vigilar con más atención cuando las plantas empiezan a crecer. Los machos deben ser identificados lo antes posible y retirados del resto del cultivo, para evitar que polinicen las plantas femeninas. Si esto sucediera, la planta femenina comenzará a producir semillas , concentrando en ellas todas sus energías, que en cambio deberán concentrarse en la producción de resina y flores.
Por supuesto, el uso de semillas feminizadas también conlleva riesgos. Por ejemplo, si la cepa o clon femenino seleccionado como planta principal es potencialmente hermafrodita, en la práctica puede dispersar polen en el aire con el resultado contrario al deseado, es decir, flores llenas de semillas. A la hora de crear una nueva semilla feminizada, antes de utilizarla en la producción de clones, debes probarla hasta la floración y estudiar su comportamiento, dado que algunas variedades responden mejor al procedimiento de feminización.
Durante los últimos 18 años, la demanda de semillas feminizadas ha superado la de las semillas clásicas y los criadores continúan creando nuevas variedades mediante el cultivo regular y luego utilizan la hembra seleccionada para producir lotes de semillas femeninas. Esto podría resultar un riesgo: la semilla feminizada nunca debe considerarse una semilla orgánica y su principal aplicación es producir inflorescencias y no desarrollar cepas ni seguir programas de cultivo.
¿Cómo se crea la semilla feminizada?
Existen muchos métodos para crear semillas con cromosomas XX, como el uso de hormonas o elementos químicos como el ácido colcínico o giberélico , pero el método más extendido y apreciado es el que utiliza la solución de tiosulfato de plata o STS .¿Como procedemos?
El primer paso es preparar la solución para tratar la planta. Para ello se utilizarán dos soluciones:
- solución A, compuesta por medio gramo de nitrato de plata diluido en 500 ml de agua destilada;
- solución B, compuesta por 2,5 gramos de solución de tiosulfato (anhidro) diluida en 500 ml de agua destilada.
Al mezclar las dos soluciones hay que tener mucho cuidado: hay que trabajar en un ambiente ventilado y usar guantes de látex y una mascarilla, necesarios para evitar inhalar el polvo, que puede ser cáustico.
El nitrato de plata se disuelve en unos 15 segundos, mientras que el tioslofato de sodio tarda entre 30 y 45 segundos. La solución obtenida se diluirá luego 1:9 para que el compuesto sea utilizable . Por ejemplo, añadiendo 100 ml de solución a 900 ml de agua destilada obtendrás una excelente solución para pulverizar directamente sobre la planta. Luego se conservarán las dos partes y la propia solución en el frigorífico.
¿Cómo se aplica?
La solución STS debe rociarse sobre la planta hembra seleccionada . Después de la aplicación, la planta debe secarse y luego exponerse a la luz durante 12 horas . Esto debe hacerse aproximadamente 3-4 semanas antes de la fecha en la que se polinizarán las plantas. Teniendo en cuenta que la planta elegida tardará aproximadamente de 3 a 4 semanas en producir una semilla madura, una calidad que tarda 8 semanas en madurar deberá someterse a un tratamiento un poco antes; mientras que una planta que tarde 6 semanas en madurar tendrá que ser sometida al tratamiento posteriormente para no terminar antes de que la semilla esté completamente madura.
Al cabo de unos días de la aplicación se podrá notar un color amarillento en las hojas . El efecto debería durar un par de semanas, después de las cuales las hojas volverán a su color verde original. El crecimiento también se detendrá después del tratamiento con STS, pero comenzará nuevamente en aproximadamente 10 días. Después de 2 semanas, la planta tratada comenzará a crear botones florales masculinos. Las semillas maduras se feminizarán y pasarán entre 2 y 4 semanas antes de que puedan usarse o venderse.
¿Qué cambia entre las semillas feminizadas y las autoflorecientes?
Las variedades autoflorecientes también están modificadas genéticamente para florecer en 2 a 4 semanas, independientemente de la luz. Para florecer, las especies Indica y Sativa feminizadas normales deben exponerse a la luz durante 12 horas, por lo que las plantas con semillas autoflorecientes sólo pueden cultivarse en interiores. Las especies autoflorecientes son plantas Indica o Sativa cruzadas con Ruderalis, una variedad de cannabis que florece automáticamente en muy poco tiempo (normalmente de 2 a 4 semanas).
Las semillas autoflorecientes son la elección acertada si necesitas iniciar varios cultivos durante el año , independientemente de la estación. Las plantas nacidas de semillas autoflorecientes serán más pequeñas que las de la misma variedad nacida de una semilla clásica, pero por otro lado el periodo de floración será más corto y la cosecha será más modesta, pero fiable .
Las variedades feminizadas crecen durante un período de tiempo más largo y, en condiciones climáticas óptimas, pueden alcanzar un tamaño significativo . Son más delicadas en cuanto a floración, porque están expuestas al riesgo de pesticidas y moho. La poda puede afectar positivamente al crecimiento de las plantas a partir de semillas feminizadas, mientras que no ayudará a las plantas autoflorecientes, que tienen una fase vegetativa muy corta.
Una ventaja adicional de las variedades feminizadas es que se pueden clonar . El clon de una planta, es decir un esqueje que puede ser replantado, no sólo mantendrá la composición genética de la planta madre, sino también su edad. Tomar un esqueje de una variedad autofloreciente significaría que comenzaría a florecer inmediatamente, lo que daría como resultado una cosecha muy pobre. Un clon feminizado (o fotoperíodo) todavía tendrá tiempo suficiente para desarrollarse durante el estado vegetativo, lo que le permitirá convertirse en una planta de tamaño considerable antes de pasar a la floración.
